miércoles, 3 de noviembre de 2010

una delicia

Sería la casualidad o mi mala memoria, pero después de dar varias vueltas en los pasillos de "teoría de la arquitectura" de la biblioteca, acabé atraído hacia un libro que comprendí después que ya había leído, leído de forma poco comprometida, desatendida entre viajes de metro.
Las primeras páginas bien me hicieron recordar un poco la magia que contiene; pero esta vez, me lo he tomado a pequeños sorbos, rodeado de un profundo silencio dejando que los ojos del "nieto del Príncipe Genji" (protagonista) fueran los mios descubriendo cada sombra que no se llega a describir y sintiendo cada ruido que esta lectura es capaz de transmitir.


"Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río"
László Krasznahorkai
Ed. Acantilado

Me recuerda la manera de escribir, la delicadeza de sus descripciones y el refinado gusto por unos detalles que sólo una vista experta es capaz de descubrir, a Italo Calvino. Menos cuento y más realidad, brutal en algunos pasajes pero delicioso en todo.
Creí escuchar el crujir de las maderas del templo bajo mis pies, y un viento que no se olvida soplaba desde el libro haciéndome disfrutar de un mundo que jamás pueda llegar a pisar.