Retomo de esta manera mi pasión juvenil por el ajedrez, gracias al cual conocí a grandes amigos, que aún conservo, tuve maravillosas experiencias, grandes victorias y amargas derrotas. De manera que mientras unos hacen crucigramas, otros leen o se van a hacer running, yo recopilo de los periódicos que caen en mis manos partidas de ajedrez y las reproduzco tranquilamente en la terraza de casa, aprovechando que ahora el calor no es tan sofocante.
Me confieso poco fan de las aperturas de dama (como jugador) y entre mis repertorios de apertura/defensa estaban la estudiadísima Defensa Siciliana, la Defensa Francesa (que es la que siempre me jugaba mi abuelo, quien me inició en el ajedrez y a quien muy al final logré ganar, con más orgullo por su parte que por la mía en la victoria). Aperturas siempre de rey como Española o Italiana y por supuesto, excentricidades un tanto antiguas como el Gambito Evans o el Contragambito Albin.
Os dejo aquí esta partida, Defensa Siciliana, que es de las que a mí personalmente más me han gustado de la serie de Spassky (aquí el link para verlo mejor). Animo a todo el mundo a hacer un pequeño esfuerzo por retomar olvidadas aficiones y exaltado estoy por eso que se comenta de que puede que el ajedrez pudiera pasar a tener un pequeño espacio en futuros planes de estudio.
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