En mi caso, es durante las vacaciones de verano el momento en el que me autoimpongo esos "propósitos de año nuevo". En esta ocasión mi intención es hacer el esfuerzo por invertir en tiempo de calidad todos esos ratitos de ocio que aparecen a lo largo de la semana y evitar en la medida de lo posible todo tipo de pantalla o soporte digital.
Retomo de esta manera mi pasión juvenil por el ajedrez, gracias al cual conocí a grandes amigos, que aún conservo, tuve maravillosas experiencias, grandes victorias y amargas derrotas. De manera que mientras unos hacen crucigramas, otros leen o se van a hacer running, yo recopilo de los periódicos que caen en mis manos partidas de ajedrez y las reproduzco tranquilamente en la terraza de casa, aprovechando que ahora el calor no es tan sofocante.
Recomiendo la serie de partidas "Joyas Históricas" que Leontxo García publica en El País, en especial las dedicadas al "retorcido Spassky", son todas absolutamente emocionantes y muy educativas.
Me confieso poco fan de las aperturas de dama (como jugador) y entre mis repertorios de apertura/defensa estaban la estudiadísima Defensa Siciliana, la Defensa Francesa (que es la que siempre me jugaba mi abuelo, quien me inició en el ajedrez y a quien muy al final logré ganar, con más orgullo por su parte que por la mía en la victoria). Aperturas siempre de rey como Española o Italiana y por supuesto, excentricidades un tanto antiguas como el Gambito Evans o el Contragambito Albin.
Os dejo aquí esta partida, Defensa Siciliana, que es de las que a mí personalmente más me han gustado de la serie de Spassky (aquí el link para verlo mejor). Animo a todo el mundo a hacer un pequeño esfuerzo por retomar olvidadas aficiones y exaltado estoy por eso que se comenta de que puede que el ajedrez pudiera pasar a tener un pequeño espacio en futuros planes de estudio.
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