Al final, la mejor manera de aprender cualquier cosa, es viviendo la experiencia en primera persona; yo escuchaba descreído cuando en la Escuela hablaban de los viajes de "arquitectura" como grandes experiencias de aprendizaje, creo que a alguno de esos viajes fui yo, pero con la misma atención que la que ponen muchos adolescentes de instituto cuando les llevan de excursión a ver algún museo.
Ahora, después de haber leído bastante y haber disfrutado la Arquitectura desde las más variopintas perspectivas es cuando viaje, elijo el destino que más me apetece, o que me puedo permitir, y con más intensidad experimento.
Una escapada a Mérida, suficiente como para tener en el Museo de Arte Romano una experiencia mística, puede que fuera la obra que lanzó definitivamente al estrellato a Rafael Moneo y le puso entre el StarSystem, dentro de los menos estrambóticos de sus miembros, y todo 10 años antes de que le dieran el Pritzker.
jueves, 17 de diciembre de 2015
miércoles, 16 de diciembre de 2015
gloriosa temporada de exposiciones
Ya avisaba yo en entradas anteriores que Madrid se iba a convertir de golpe en un lugar con muchas, muchísimas cosas que ver y de las que disfrutar. Las tres primeras exposiciones de la temporada en las que he podido perderme han sido las de Bonnard, Kandisnky y Munch.
No sé si será por el empuje extra que le dan las fechas prenavideñas pero da gusto el encontrarse con colas para cualquier exposición, el lado malo es que no se llega a disfrutar igual entre los codazos, las conversaciones de entendidos y enteradillos, el ruido y las mil interferencias; moraleja, sacar tiempo de donde sea y dejar los fines de semana para hacer deporte y las tardes entre semana para escaparse a las exposiciones.
Pierre Bonnard.
En la Fundación Mapfre. Resultó toda una sorpresa, un Navis, o el mayor de los navis del cual ni sabía, ni conocía y al menos, ya no se me olvidará.
Todas las salas de la Mapfre dedicadas a Bonnard, empieza como sosegada, vas adaptándote a esa manera de disfrutar del color, a cómo se emplastan los fondos con la forma, las paredes con las personas. Tantos matices y tantas lecturas según se avanzaba por las salas.
No sé si será por el empuje extra que le dan las fechas prenavideñas pero da gusto el encontrarse con colas para cualquier exposición, el lado malo es que no se llega a disfrutar igual entre los codazos, las conversaciones de entendidos y enteradillos, el ruido y las mil interferencias; moraleja, sacar tiempo de donde sea y dejar los fines de semana para hacer deporte y las tardes entre semana para escaparse a las exposiciones.
Pierre Bonnard.
En la Fundación Mapfre. Resultó toda una sorpresa, un Navis, o el mayor de los navis del cual ni sabía, ni conocía y al menos, ya no se me olvidará.
Todas las salas de la Mapfre dedicadas a Bonnard, empieza como sosegada, vas adaptándote a esa manera de disfrutar del color, a cómo se emplastan los fondos con la forma, las paredes con las personas. Tantos matices y tantas lecturas según se avanzaba por las salas.
sábado, 12 de diciembre de 2015
lecturas varias
Aquí va otro apunte personal de libros para el no-olvido.
"El disputado voto del señor Cayo". Miguel Delibes. He de reconocer que me invade una cierta ilusión, estamos a una semana de elecciones generales, las que dicen pueden suponer el cambio, la regeneración y los pasos hacia un país del cual nos sintamos tanto orgullosos como partícipes todos aquellos nacidos después de una constitución y un sistema que nos representa sólo tangencialmente. Además voy a tener la oportunidad de disfrutar de la fiesta de la democracia en todo su esplendor, voy a ser suplente de mesa, ojalá la salud del presidente y vocales sea de hierro.
Mágico Delibes como siempre, interminable el diccionario de términos arcaicos relacionados con el campo y las labores labriegas muy apropiados por si uno aspira a presentarse a Pasapalabra. Lo mejor ha sido una sensación dual entre el pasado que narra y el presente que vivimos, esa ilusión por un cambio político, el enconado enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la esperanza de que lo que venga será la solución.
"El disputado voto del señor Cayo". Miguel Delibes. He de reconocer que me invade una cierta ilusión, estamos a una semana de elecciones generales, las que dicen pueden suponer el cambio, la regeneración y los pasos hacia un país del cual nos sintamos tanto orgullosos como partícipes todos aquellos nacidos después de una constitución y un sistema que nos representa sólo tangencialmente. Además voy a tener la oportunidad de disfrutar de la fiesta de la democracia en todo su esplendor, voy a ser suplente de mesa, ojalá la salud del presidente y vocales sea de hierro.
Mágico Delibes como siempre, interminable el diccionario de términos arcaicos relacionados con el campo y las labores labriegas muy apropiados por si uno aspira a presentarse a Pasapalabra. Lo mejor ha sido una sensación dual entre el pasado que narra y el presente que vivimos, esa ilusión por un cambio político, el enconado enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la esperanza de que lo que venga será la solución.
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