sábado, 12 de diciembre de 2015

lecturas varias

Aquí va otro apunte personal de libros para el no-olvido.


 
 "El disputado voto del señor Cayo". Miguel Delibes. He de reconocer que me invade una cierta ilusión, estamos a una semana de elecciones generales, las que dicen pueden suponer el cambio, la regeneración y los pasos hacia un país del cual nos sintamos tanto orgullosos como partícipes todos aquellos nacidos después de una constitución y un sistema que nos representa sólo tangencialmente. Además voy a tener la oportunidad de disfrutar de la fiesta de la democracia en todo su esplendor, voy a ser suplente de mesa, ojalá la salud del presidente y vocales sea de hierro.
Mágico Delibes como siempre, interminable el diccionario de términos arcaicos relacionados con el campo y las labores labriegas muy apropiados por si uno aspira a presentarse a Pasapalabra. Lo mejor ha sido una sensación dual entre el pasado que narra y el presente que vivimos, esa ilusión por un cambio político, el enconado enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la esperanza de que lo que venga será la solución.


"El Arquitecto del Universo". Elif Shafak. Creo que fue un papelote recortado de un Babelia al que recurrí en la biblioteca para ver qué era lo siguiente, y resultó ser esta novela contundente en tamaño pero muy fácil de leer. Creo que el papelote se refería a libros que consiguen dibujar paisajes y entornos y en este caso lo consigue con maestría en una ciudad que ya he comentado creo que guarda toda la magia de mil mundos, Estambul. He de reconocer que por lo demás es una novela histórica como tantas hay, de rápido consumo aunque después de un tiempo, no tan rápido olvido.
El vínculo que en mi caso fue especial es cuando el personaje se dedica a la construcción, se narra de una manera medio fiel (históricamente) la vida de Sinan, el gran arquitecto de Estambul, y la autora llega a acertar en algo que muchos hemos vivido respecto a nuestra profesión: "Estaba perdiendo la fe en su profesión. Poco podía imaginar entonces que el valor de la fe no dependía de lo firme y sólida que era, sino de las veces que uno la perdía y era capaz de recuperarla".

 "Argos, Colonia Lunar". Itaro Cavell. ¿Cuántas personas podéis conocer que avalados por su juventud se esfuerzan a través de maneras pintorescas para conseguir algo? Un fin de semana cualquiera hace un par de meses, paseando por embajadores somos asaltados por un muchacho verborréico que de primeras nos pregunta si somos aficionados a la Ciencia Ficción. Habiéndome dado en el gusto le pregunto qué vende y es cuando empieza una mareante explicación de un libro que se ha autoeditado, nos cuenta la trama y casi el desenlace hasta que le paramos los pies y le decimos que sí, que vale, y en el kindle que me lo bajé.
Ahora llega la parte crítica, es entretenida pero tiene demasiadas ganas de sorprender. Podríamos decir que llega al punto de meter en una coctelera muchos (si no todos) los tópicos de la ciencia ficción y los va desparramando a lo largo de la historia. Escrita a la manera de guion de serie, con saltos a veces difíciles de seguir, tanto entre personajes como en el tiempo y que podría tener un interés y una extensión mayor si se desarrollaran tanto algunos personajes y muchas descripciones, tanto de personajes como especialmente de entornos y de ese mundo que se nos presenta.
De todas maneras invito a cualquiera a descargarse el libro para kindle, ofrece diversión, rápido de leer y con algunos giros interesantes, y ante todo, me quito el sombrero ante la ilusión del autor, Itaro (Aitor) y esta muy valorable primera novela.

"Starship Troopers". Robert A. Heinlein. Yo que tenía en mente desde el primer momento la película, esa película de 1997 tan mala como divertida, con acción por todos lados y los bichos, arácnidos o insectos por todos lados despedazando soldaditos. Podría hablar de decepción, pero en el caso del libro es más un tratado militar y una narración de cómo se forman los soldados en esa época de Ciencia Ficción. Tiene interés especialmente todo aquello que pasa desapercibido en la película, la descripción del traje, el periodo de formación, la manera de organizarse ante la batalla; pero acción poca y cuando llega uno espera que explote en batallas épicas y se queda en escaramuzas estratégicas.


"El día que Nietzshe lloró". Irvin D. Yalom. Ésta es una recomendación de Teresa, es más, creo que este libro se lo regalé yo. Otro vuelco radical a mis lecturas habituales, un libro de los que a mí me gusta catalogar como "de pensar", repletito de sentimientos y con un ritmo que hasta bien entrado en la novela no llega siquiera a aparecer. Al final deja un muy buen sabor de boca, sorprendente tanto por la verosimilitud del mismo (por la realidad histórica, aunque no exacta) y por el dominio pleno del autor por los temas psicológicos.
"-Quizá creyera usted que un muchacho de promesa infinita no debía abrirse camino por la fuerza.
[...] Fue la primera herida mortal, el primer asalto a mi mito de la promesa infinita."
"-Fíjese en lo que ha aprendido: que el tiempo no puede ser conquistado, que la voluntad no puede retroceder. Sólo los afortunados llegan a comprender estas cosas.
-Los afortunados. ¡Extraña palabra! Me doy cuenta de que se aproxima la muerte, de que soy impotente e insignificante, de que la vida no tiene valor o sentido real, y me llama afortunado.
-El hecho de que la voluntad no pueda retroceder no significa que la voluntad sea impotente. Gracias a Dios, Dios ha muerto, pero eso no significa que la existencia no tenga sentido. La muerte llega, pero eso no significa que la vida no tenga valor. [..]"
"-Hoy, me gusta la idea de repetir mi vida eternamente. Por último, siento que puedo decir: "Sí, he elegido mi vida. Y he elegido bien."

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