miércoles, 2 de agosto de 2017

Meta-Pintura

Muy a principios de este año nos escapamos al Prado para ver la exposición de META-PINTURA, a la que seguiré llamando "Meta-Arte" que me parece un concepto mucho más global y al que podrían haber llegado en la exposición si hubieran puesto algo más que no solo lienzos.

De paso nos dimos el gusto de saturarnos de bodegones con la expo temporal de Clara Peeters (S. XVII) y descubrir a las figuras femeninas del arte y la pintura a las que siempre la historia ha tendido a olvidar y a no promocionar lo suficiente.

Por lo que recuerdo de la meta-pintura, era una exposición nutrida por fondos pertenecientes al Museo del Prado y a otras colecciones principalmente españolas. Se podría resumir un poco como arte dentro del arte y que en el folleto (una de las pocas cosas que guardo con mimo y de los que podría considerarme coleccionista) explica que "Lo que tienen en común estas obras es que no solo actúan como "ventanas" de una realidad exterior, sino también como "espejos" en los que sus autores reflejan sus rostros o cuestiones relacionadas con la historia de su actividad (...), y cómo el arte se ha convertido en tema del arte".
 Como decía antes, arte dentro del arte. Es como el género de las películas "cine dentro del cine" que personalmente no suelo aguantar demasiado bien.

Con este Huyendo de la crítica, Pere Borrell i del Caso 1874 se anunciaba la exposición en la entrada del museo. Me recuerda al miedo escénico en el momento de corregir en clase de Proyectos, esa podría ser perfectamente una ventana de la ETSAM y la mirada diciendo "¿se habrá dado cuenta de la maqueta, y de la inversión en horas que tiene encima?"


Ahora a continuación el resto de los cuadros que más me llamaron la atención (o que simplemente me gustaron), por lo que fuera en aquel momento y que muy posiblemente ahora o no llegue a acordarme o tenga un momento de inspiración para alguna de ellas.

Alegoría de la Vanidad. 1660. Juan de Valdés Leal

 Aparición de la Virgen a una comunidad de dominicos. 1493. Berruguete


 El mono escultor. 1660. David Teniers
El mono pintor. 1660. David Teniers

 Retrato de Asensio Julià. 1798. Francisco de Goya
Muy interesante el personaje anterior, Asensio Julià entre otras cosas porque ayer me crucé con la noticia de que a él se le atribuye en la actualidad la obra de "El Coloso" aunque seguramente siga expuesto en el Prado entre las Pinturas Negras de Goya, a mi parecer el proceso más emocionante del pintor y la sala más sobrecogedora de todo el museo.


 Isabel Clara Eugenia y Magdalena Ruiz. 1588. Sánchez Coello

Y dos vírgenes preciosas, una por la guirnalda de flores y vegetales que enmarca a la virgen con el niño, Brueghel y Rubens tienen (en la exposición también) una serie de cuadros como de bodegones o enmarcados vegetales con distintos motivos muy locamente interesantes, por el nivel del detalle y por el tiempo que puedes pasar embelesado frente a ellos. 
La Virgen de Lovaina muy de su época, con la arquitectura bien, creo que es esto último lo que más me llamó la atención en aquel momento.


                                                          La Virgen con el niño en un cuadro rodeado de flores y frutas. 1617. Rubens y Brueguel
                                                                                                                        La Virgen de Lovaina. 1520. Bernard von Orley


Para terminar uno de los no pocos bodegones que estaban expuestos de Clara Peeters. Recuerdo cómo ella firmaba o se reivindicaba en muchos de ellos escribiendo su nombre en las asas de las jarras, su reflejo en los tapones metálicos, en el vidrio de los vasos, que casi resultaba un juego llegar a verla e identificarla. También me gustó mucho el guiño del Prado a una jarra de cristal de roca representada en uno de los cuadros y su comparación con la pieza real allí también expuesta.


Bodegón con quesos, almendras y panecillos. 1612-15. Clara Peeters

No hay comentarios: