martes, 1 de agosto de 2017

Retomando exposiciones

Todo sea por recuperar el guión de cosas vistas, de detalles interesantes que en algún momento se recuperen. Retomo aquí (con carácter retroactivo) las exposiciones y actividades culturo-entretenidas que he vivido. En favor de mi mala memoria y para dignificar un poco esta deslucida bitácora.

Vuelta al Museo del Prado, qué decir de la Exposición de los "Tesoros de la Hispanic Society of America", increíble tanto por la extensión como especialmente por la variedad de objetos curiosos e interesantes. Que sirva también para que la tarea de figuras como la de Archer Milton Huntington no solo se mantengan sino que se multipliquen, tendremos que asumir que de aquí al futuro la defensa de la cultura le corresponderá a los privilegiados y no a un sistema autodefinido como público y de todos.


La exposición, contando que se distribuye en dos plantas del edificio Jerónimos del Museo se hace realmente corta, principalmente por la variedad de objetos distintos, la ambientación de las salas con un proyecto expositivo exquisito. Llama principalmente la atención la sala cuadrada iluminada por una luz cenital (lucernario) y con una serie de tramas o mashrabiyas-celosías en la parte alta de las paredes que le dan un carácter que a mi me pareció litúrgico. Sala dedicada a una muestra de la extensísima biblioteca de la Hispanic Society en donde me llamó mucho la atención un pequeño libro de horas negro.


El primer de los objetos, además de los bustos romanos recuperados de distintas provincias españolas fue un paño de seda de dimensiones brutales en un estado de conservación maravilloso, la foto no le hace en absoluto justicia. 

Seda de la Alhambra. Nazarí. 1400

El resto de piezas las voy describiendo aquí, como las bodas de Caná realizada con nácares y demás elementos muy collage o los distintos destinos del alma en "Las postrimerías de la muerte"



Las bodas de Caná. Nicolás de Correa. 1696
Las postrimerías del hombre: Muerte, Infierno, Purgatorio y Cielo. Manuel Chili. 1775

El siguiente elemento pertenece a un conjunto que se llamaba "Pez, Pava y cuencos" realizado en México en el año 1650. Lo más interesante no era una de las tapas (única imagen que he encontrado) sino los cuencos en sí, que dentro del cuenco tenían tanto peces, pavas y otros elementos tallados y adosados a la pared interior del vaso en relieve dejando el exterior liso y plenamente funcional.




Muy interesante todo lo relacionado con la cartografía, las distintas representaciones y expresiones artísticas de la América Española como también de las distintas Reales fábricas como la de Cristales de la Granja, Talavera o la Real Fábrica de Cerámicas de Alcora. Ahora que me acuerdo también me llamó la atención algunos elementos de joyería como una muestra interesante de cálices, aldabas y otra metalistería medieval. Se hacía incapié en la exposición sobre el reencontrado interés por la escultura de madera policromada aunque creo que esto pertenece a una visita al Museo Nacional de Escultura de Valladolid que hice hace no mucho tiempo.

Más allá de todos estos objetos un 65 % de la exposición le pertenece a la pintura y de ella todo lo perteneciendo al siglo XX está en la planta segunda con Sorolla primero y Zuloaga después máximos representantes de la misma.


Retrato de niña. Velázquez

Me impactó mucho, me mantuvo embelesado un buen rato este cuadro de "los pimientos", no se si era la luz de esa pequeña grieta de una puerta entreabierta o la manera distinta en que se desdibuja el rostro del abuelo mirando a la niña, mucho más definida. Los trazos sueltísimos en la ropa de la niña y sobre todo la luz, tan focal, tan constrastada y tan suficiente. En comparación igual al conocido "saliendo del baño" que como contaba la leyenda explicativa del cuadro (mención a parte en la exposición de lo exhaustivo de toda la información y la manera de explicar técnicas, cuadro, entorno del autor, inmejorable el Prado en este aspecto) es una figura griega, con una clara base clásica pero con el resto de elementos de la vanguardia, la inexistencia de fondo, de horizonte... 



Los pimientos. Sorolla. 1903
Después del baño. Sorolla. 1908

Otra vez como me ha pasado en tantas exposiciones y por orgullo castellano, aparece una atormentada imagen muy de Semana Santa, Los Flagelantes de Zuloaga, con un fondo que no podía ser otro que un lóbrego Ávila en su línea de "tierra de Cantos y Santos". Creo que esta serie tiene bastantes cuadros, alguno que ya me he cruzado y he comentado aquí (creo que en Granada) y otro en el Reina Sofía que lo pongo también a continuación.

Los Flagelantes. Ignacio Zuloaga. 1908
Cristo de la sangre. Ignacio Zuloaga. 1908

Ya al final de la exposición me crucé con este cuadro de Santiago Rusiñol, "Calvario en Sagunto a la caida de la tarde" 1901 y despertó en mí todo el deseo que como todo arquitecto uno tiene por hacer su obra soñada, en mi caso es un pequeño cementerio, un lugar de absoluto reposo e introspección, de sensaciones, de sonidos. En la mayoría de las ocasiones que lo he ideado la imagen del blanco encalado con el verde de los cipreses era recurrente, será la tradición que me ata a este cliché, pero creo que hay mucho recorrido como para mantener el blanco y el verde y llegar a una solución contemporánea, actualizada y por supuesto, accesible y sostenible.
Este cuadro es fruto de una serie de camposantos de Rusiñol, que en cuanto tenga oportunidad intentaré acumular los más posibles, siempre es bueno tener cuantas más referencias mejor.


 Termino la exposición con Miguel Viladrich, desconocido para mí aunque con obras como esta de "Mis funerales" 1910 que rozan lo bizarro e irreverente. Aunque no deja de mostrar una realidad costumbrista y límite de lo que podía ser España entonces y de lo que, por desgracia, es en gran parte ahora.





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