La casualidad y unos amigos nos ofrecieron a Teresa y a mi ir a ver una exposición de fotografía de los alumnos de Máster de la escuela EFTI de fotografía; era la inauguración y ya el mero hecho de acudir a un lugar desconocido, por un barrio de Madrid por el que hacía mucho tiempo que no paseaba y viendo que la tarde tormentosa, allí nos presentamos.
Bastante gente, sobre todo conocidos y amigos de los alumnos, técnicamente íbamos de la mano de una de ellos Eva San Juan que presentaba una curiosa fotografía unida al placer de la "interactividad" del espectador. Eran 6 retratos impresos sobre diversos cubos, de manera que al girar los mismos se generan bioclones, "replicantes" o andrillos (como decía Philip K. Dick).
Por lo demás algunos retratos bastante emotivos, rincones diversos y momentos de fugaces de la vida captados con relativa sensibilidad. No faltaba un rincón de homenaje a la barbarie de la promoción inmobiliaria.Y algunas imágenes generales de la exposición:Y la que a mi más me gustó, el indómito paso del tiempo, inexorable y definitivo, sabio capaz de embellecerlo todo, incluso a nosotros mismos.
Claro, con buena compañía, gente de sobra con la que ir al exterior a disfrutar del tabaco y regado con una no desdeñable cantidad de Viña Albali, la tarde de Viernes toma un más que agradecido impulso.
Claro, con buena compañía, gente de sobra con la que ir al exterior a disfrutar del tabaco y regado con una no desdeñable cantidad de Viña Albali, la tarde de Viernes toma un más que agradecido impulso.
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