Para resumirlo bien podría bastar decir que habla de arte, de música, de la invisibilidad humana, de los contrastes tan apasionantes como desagradables que esta ciudad puede ofrecer, de íntimas experiencias de amor, del retrato de un atentado que abrió el nuevo siglo y de la melancolía ambivalente del que llega y añora como del que se va y recuerda.
Ahora ya tengo otros dos libros en la recámara, uno es "La mujer Loca" de Juan José Millás, al que muchas veces he escuchado en la radio junto a Gemma Nierga, tantas contraportadas del El País de los viernes y del que sólo he leído "El mundo", un libro que me marcó, apasionó y que no tardaré en releer porque es una pequeña maravilla. El otro libro es de arquitectura y tendré ocasión de comentarlo un poco.

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